La probabilidad es un terreno fértil para las paradojas. Una de estas es la conocida como la paradoja de los dos niños, un problema cuyo resultado suele ser inicialmente desconcertante para nuestra intuición sobre probabilidad. En esta entrada se plantea el problema que produce la paradoja y se explicará el resultado.
Planteamiento de la paradoja
Supongamos que alguien tiene dos hijos y se sabe que al menos uno de ellos es un niño. En este supuesto, ¿cuál es la probabilidad de que ambos sean niños?
Para la mayoría de las personas la respuesta intuitiva a esta pregunta es de un 50%, asumiendo que hay las mismas posibilidades de que el otro hijo sea niño o niña. Pero la respuesta no es correcta, la probabilidad de que el otro hijo sea un niño es de solo un 1/3. Una paradoja que se debe a la tendencia natural a subestimar la probabilidad condicional.
Análisis de la paradoja
La solución del problema se puede obtener al analizar las posibles combinaciones que existen para los géneros de los hijos y utilizar la información proporcionada en el enunciado del problema. Las cuatro posibles combinaciones para los hijos son:
- (Niño, Niña)
- (Niño, Niño)
- (Niña, Niña)
- (Niña, Niño)
Asumiendo que la probabilidad de tener un niño o una niña son las mismas, cada una de estas opciones tiene la misma probabilidad. Ahora, dado que se sabe que uno de los hijos es un niño se puede descartar la opción (Niña, Niña), por lo que las posibles opciones son:
- (Niño, Niña)
- (Niño, Niño)
- (Niña, Niño)
Esto es, solamente en uno de los tres casos los dos hijos son niños. Por lo que la probabilidad de que el otro hijo sea también un niño es de 1/3 no de 1/2.
Consecuencias de la paradoja
La respuesta correcta al problema que lleva a la paradoja de los dos niños puede ser desconcertante porque es contraria a la intuición. Pero no es más que una consecuencia de cómo interpretamos y entendemos la información que se nos da.
La paradoja aparece debido a nuestra tendencia natural a subestimar la probabilidad condicional. Al obtener la información de que por lo menos uno de los dos hijos es un niño se restringe el conjunto de probabilidades. Ya no hay cuatro posibles combinaciones, sino tres. La información adicional elimina una de las combinaciones posibles (Niña, Niña) y redistribuye las probabilidades entre las opciones restantes.
Aplicaciones prácticas de la paradoja de los dos niños
Aunque la paradoja de los dos niños puede parecer un simple acertijo abstracto, tiene aplicaciones en el mundo real. Por ejemplo, en epidemiología, entender las probabilidades condicionales es esencial para evaluar la efectividad de ciertas intervenciones médicas cuando se conocen ciertos resultados.
Además, en el diseño de algoritmos de inteligencia artificial y toma de decisiones automatizadas, comprender las sutilezas de la probabilidad condicional es crucial para evitar sesgos y decisiones inesperadas.
Conclusiones
La paradoja de los dos niños nos ofrece una importante lección sobre cómo la intuición interpreta la información en el contexto de la probabilidad. Lo que nos invita a cuestionar nuestras suposiciones intuitivas. Recordando además la importancia de abordar los problemas probabilísticos mediante una aproximación formal para evitar los posibles sesgos.
Más allá de ser una paradoja fascinante, su resultado tiene aplicaciones prácticas en diversas disciplinas y destaca la importancia de un pensamiento probabilístico preciso. En última instancia, nos recuerda que, en el mundo de la probabilidad, las apariencias a menudo pueden ser engañosas, y es fundamental examinar cuidadosamente la información disponible antes de llegar a conclusiones.
Imagen de 👀 Mabel Amber, who will one day en Pixabay
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