La criptografía es el área que estudia los métodos disponibles para almacenar y transmitir información de modo que esta sea inteligible por posibles receptores no autorizados. Siendo únicamente los receptores autorizados aquellos que pueden leer y procesar los datos. Lo que se lleva a cabo mediante el proceso de cifrado, siendo uno de los conceptos clave en criptografía. Los métodos de cifrado no es algo reciente de la era informática, sino que se han empleado desde el primero que utilizaba Julio César para comunicarse con sus tropas. La aparición de la informática y las comunicaciones digitales ha provocado un aumento de problemas tanto de seguridad como de privacidad. Debido a que en estos sistemas los mensajes pueden ser interceptados es necesario protegerlos mediante cifrado para garantizar su seguridad. Los métodos de cifrado se pueden clasificar en dos tipos en base a la clave: el cifrado simétrico y asimétrico.
Cifrado simétrico
El cifrado simétrico es el tipo más sencillo de los dos. En este solamente se utiliza una clave con la que permite tanto cifrar como descifrar la información. Esto obliga a que las dos partes, tanto el emisor como el receptor, conozcan la clave para poder comunicarse con esta técnica. Siendo esta una de sus principales desventajas, ya que acordar una clave de forma segura puede ser complicado.
Uno de los métodos más conocidos de cifrado simétrico es el Cifrado César. En el que cada una de las letras del mensaje original se desplaza por la situada un número de pasos dados en el alfabeto. Siendo este número de pasos la clave que permite tanto cifrar como descifrar. Entre los algoritmos más populares de cifrado simétrico se encuentran algunos como RC4, AES, DES, 3DES y Blowfish.
Cifrado asimétrico
El cifrado asimétrico, al que también se le llama cifrado de clave pública, es un tipo de cifrado más reciente que el cifrado simétrico. A diferencia del caso anterior se utilizan dos claves diferentes, una para cifrar los mensajes y otra para descifrarlos. A las que se llaman clave pública y privada. La clave pública, como su nombre indica, es necesario ponerla a disposición de cualquiera que desee enviar un mensaje. Por otro lado, la clave privada es necesario mantenerla secreta.
Los mensajes cifrados con la clave pública solamente se pueden descifrar con la clave privada. Mientras que por otro lado los mensajes cifrados con la clave privada se descifran con la pública. Así si una persona desee enviar un mensaje a otra solamente tiene que obtener la clave pública de este y utilizarla para cifrar la información. De este modo únicamente el receptor del mensaje, el que conoce la clave privada asociada, lo podrá leer.
Algunos de los algoritmos de encriptación de clave asimétrica más populares en la actualidad son RSA, Diffie-Hellman, ECC, El Gamal y DSA.
Casos de uso para cifrado simétrico y asimétrico
El cifrado simétrico, debido a su mayor simplicidad, suele ser más rápido que el cifrado asimétrico. Por eso una de sus principales aplicaciones es proteger la información almacenada en los sistemas informáticos.
El cifrado asimétrico ofrece ventajas cuando muchos usuarios necesitan cifrar y descifrar información. Un ejemplo son las comunicaciones por correo electrónico en las que se puede utilizar la clave pública para cifrar un mensaje y solamente el destinatario con la clave pública lo podrá leer. Otra aplicación se pueden encontrar en las criptomonedas, en la que la clave pública es la cartera a la que enviar las monedas y para gastar estas es necesario conocer la clave privada asociada.
Conclusiones
En la actualidad los algoritmos de cifrado son clave para garantizar la seguridad en las comunicaciones y almacenamiento de datos. Para lo que se pueden emplear dos tipos de cifrado simétrico y asimétrico. Conocer las diferencias entre ambos es útil para saber cuál utilizar en cada situación.
Imágenes: Pixabay
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